Aviva el Fuego

 

   


…te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti…  2da. Timoteo 1:6


 

En los últimos años de la década de los sesenta, por disposición gubernamental, se Aviva-el-Fuegointrodujeron masivamente en mi país las estufas y se comenzó a cocinar con gas licuado de petróleo. Durante mi infancia, las cocinas de las viviendas donde habite junto a mi familia, siempre tenían un fogón o anafe. Se cocinaba con carbón vegetal y con leña.

En ocasiones nos tocaba avivar el fuego de los fogones y anafes con un cartón, soplábamos con él para que encendiera y no lo dejábamos apagar. Esta fue una tarea común y corriente.

Así es la vida de la persona que ha decidido tener una relación estrella con Dios. Se esfuerza en mantener la llama en su vida. Hay que mantener el fuego del Espíritu Santo ardiendo en nuestras vidas y no dejarlo apagar, para lograrlo el secreto es tener una “Activa Vida Devocional”. ¿Cómo? orando, leyendo la Biblia, y asistir a las reuniones  con los demás creyentes.

Con la oración tenemos la facultad y privilegio de hablar con Dios. Aprovechar cada oportunidad del día, para comunicarse con Dios. El  siempre nos atiende.

La lectura de la Biblia nos provee la evidencia física, por medio de sus relatos, de las actuaciones de hombres y mujeres que tuvieron relación con Dios.

Asistir a la iglesia junto a nuestros hermanos, ayuda a mantener el calor de nuestra fe. Una brasa de carbón encendido, arde, se consume y pronto se apaga. Al agruparla con otras brasas, producen mayor cantidad de calor. Asista a una iglesia, la fe del hermano, robustece tu fe.

 

Enriquillo González Espinosa, colaborador RTM República Dominicana