Desperdicio

Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Marcos 14:4 

Según el diccionario desperdiciar es malgastar, desaprovechar, despilfarrar; nos comunica la idea de un uso negligente e insensato de los recursos.

El concepto que se tiene de la palabra desperdicio puede ser muy arbitrario. Si pensamos en la crisis de alimentos a nivel mundial, en la extrema pobreza en que viven sumergidos millones de seres humanos, en aquellas regiones del mundo en que no se tiene acceso ni siquiera a agua potable; cualquier acto cotidiano de nuestras vidas, como pagar el teléfono, o la energía eléctrica parecería un cruel desperdicio.

Muchas veces para la persona que no conoce del Señor Jesucristo ver a otros que han puesto sus talentos, habilidades, recursos, juventud etc. al servicio del Señor, es causa de  asombro, y  se escandalizan de la misma forma que aquellas personas  que estaban reunidas con Jesús, pero lo cierto es que  Nada en este mundo tiene tanto valor, que no pueda derramarse a los pies de nuestro Señor, además cuando vemos lo que hizo Dios por cada  uno de nosotros al enviar su único hijo a ofrecerse como sacrificio en nuestro lugar, ya nada nos resulta demasiado grande o valioso pues todo queda opacado ante tan gran sacrificio.

Nada de  lo que hacemos para el Señor con un deseo genuino de agradarle, y expresar lo grande y especial que es para nosotros, lo agradecidos que estamos de sus misericordias, nunca debe verse como un desperdicio, sino como una oportunidad especial de adorarle.

Marina Thompson, colaboradora RTM  República Dominicana